Es freak que haya meses del año que prácticamente no pase nada y otros que se encuentren llenos de cosas. Salvo uno o dos días, todo lo demás es pura rutina, o el mes transcurre como espera del que sí viene con harto ajetreo.
Septiembre es uno de los meses completos. Empezando porque se da inicio formalmente a la Primavera, y con ello el solcito, las parkas se guardan y unas y otros podemos apreciar la belleza del sexo opuesto.
También está el 18 de septiembre, que trae empanadas, asados al por mayor, harta piscola, un poco menos de chicha, trasnoches varios y para los aventajados, vacaciones inclusive. En definitiva, el ánimo cambia. Se anda más contento, el día se alarga, las tardes se hacen más conversadoras y la vida más llevable.
Para otros, en cambio, una semana antes, el dolor marca un hito imborrable. El mítico 11 de septiembre, que el año 2001 pasó a ser el día mundial del dolor, es el signo más patente de una vida destrozada.
También, por efectos del verano, se suceden cumpleaños varios. Con el mejor tiempo, el día más largo y las ganas de comenzar a retomar lo que durante el invierno estaba dormitando, seguimos la estela que deja el 18.
Sin embargo, septiembre también, personalmente, es mes de dolor. El 15 se cumplirá un año. El Fernando nos dejó en la madrugada de ese 15 de septiembre de 2004. Un poco más de un año antes, el tío Lucho también nos decía adiós.
"Por qué se muere la gente buena", decía amargamente mi madre, cuando supo que el tío Lucho había recíen muerto. Exactamente lo mismo pudimos repetir todos, al saber que al Fer no lo veríamos más.
Para los creyentes cumplieron su misión, Dios necesita de ellos en su tierra, o quizás qué razón.
Para los que no, vivimos con la amargura del desconcierto, del desconsuelo y resignación.
La verdad es que no logro encontrarle una explicación coherente a la pregunta de mi madre.
Sólo sé que son dos hitos más que marcan mi nutrido Septiembre. Incluso más que un equinocsio, una independencia o un golpe de estado.
Fer, tío Lucho... con todo cariño
1 comentario:
Septiembre es decisivo. Así lo creo yo. Marca las pautas que regirán el trimestre final del año. Es la última oportunidad de remediar lo que ha sido irremediable y salvar lo que queda.
Septiembre decisivo, personal y para el mundo. La historia me avala y la experiencia, También.
Suerte con D13, Ahora como nunca, asiduo a los compactos de partidos.
Orgullo y alegría, Amigo y compañero.
eso.
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