martes, octubre 17, 2006

Papelucho

Cuando chico Papelucho me fascinó al punto de leerme uno por día (obvio que no era tan difícil, pero leerse un libro entero para un niño es de por sí un desafío grande)... me entretenía demasiado, sus aventuras en el hospital, con la hermana, sus experiencias alucinantes, un personaje que tenía casi mi misma edad y que había vivido situaciones tan entretenidas y variadas me cautivaron por completo.
Me acuerdo de Papelucho porque es lo más parecido a Matías Fernández en la actualildad. Un pendejo de 20 años que ya marca la pauta de una generación completa del fútbol chileno. La esperanza de Chile con miras a Sudáfrica.
Y es que verlo en la cancha es igual de alucinante que leer papelucho cuando chico. Veloz e inteligente, encara y cambia ritmo, da clase de elegancia y lo más extraordinario, se ha ganado la idolatría sólo con lo que hace en la cancha.
Ahora que Matías deja el blanco por el amarillo, sólo queda darle las gracias por las innumerables pinceladas de arte que nos brindó el tiempo en que lo tuvimos, jugando el deporte más hermoso del mundo.


2 comentarios:

Jaime Andrés Gallo Calderón dijo...

Excelente analogía. Yo pensé que era el único que se leía un papelucho al día (y en el colegio nadie me creía), pero la verdad es que Fernández corriendo con el balón, como le dije en msn, me pone los pelos de punta, emocionando por el talento las ganas de jugar.

La raja que se vaya al Submarino Amarillo, donde espero(amos), haga migas con un genio del juego, como lo es Riquelme.

eso

mix dijo...

ay sí ellos. Cásense ipso flatus