miércoles, marzo 01, 2006

Música junto al mar

Soy de los pocos que me declaro usual telespectador del Festival de Viña. Febrero para mí es Festival, y veo casi todo de las 6 noches. Y a pesar del histórico rechazo y mala calificación que obtiene por parte de la mayoría, sigo sosteniendo que es uno de los programas más exitosos de nuestro medio.
Alguien lo comparaba con Top of the Pop y lo dejaba agonizante. Pero creo que ese tipo de comparaciones son irreales, por lo que resultan inútiles. Nadie osaría comparar, por poner un ejemplo, la educación británica con la chilena. Entonces resulta desleal poner en la balanza ambos espectáculos sin tener en consideración las diferencias siderales que existen entre ambos.
La mayoría alega por la calidad de los artistas. Que Miranda! es un bodrio, que Kansas están pasados de rancios, que Franz Ferdinand sonaron como el ajo... en fin.
Personalmente, creo que montar un festival de 6 noches, con un único escenario, por el que pasan al menos 4 artistas por jornada, sin mayores interrupciones que un par de minutos, es una tremenda gracia. Si a eso le sumamos la necesidad de armar una parrilla de artistas para gustos heterogeneos, es ya aún más complejo.
Quizás lo veo desde el punto de vista de telespectador y no a través de mi sedazo musical. Si fuese a gusto mío los artistas que se presentan, probablemente no sería televisado ni tendría la resonancia ni sería todo lo provechoso que hoy es.
Chile me temo, es un país de enormes contrastes y nos caracterizamos por estar siempre insatisfechos. Daddy Yankee musicalmente es una basofia y el reggaetton lo aguanto solo un par de canciones. Pero estuvo en la Quinta a las 3 y media de la mañana y tenía al público prendido como si fuese la fiesta por haber ganado la Copa Mundial de Fútbol.
José Feliciano es un tremendo artista y así le fue. AL igual que al Coco, que durante una hora nos hizo reirnos de nostros mismos. Así, suma y sigue.
Los entendidos en música les dará dolor de guata Daddy Yankee y habrán gozado del rock melódico de Kansas. Al revés, los hijos de la industria cultural habrán agradecido el poder ver al maestro indiscutido del reaggetton y mientras cantaba A-Ha fueron a comer choripanes.
Solemos acordarnos de las versiones anteriores como si fuesen la panacea. Tenemos una gran nostalgia del otrora festival de Viña, transmitido por TVN en la época en que sólo la Alcaldesa podía otorgar, dedo mediante, las antorchas o gaviotas.
Nadie se acuerda, sin embargo, que en esas mismas versiones había la mitad de los artistas, porque cantaban dos veces durante el Festival: una vez cerraban y la otra abrían. O que Julio Iglesias, Miguel Bosé o el Puma Rodríguez vinieron la primera vez cuando eran simples don nadie, el Puma como jurado que cantó dos canciones (una el mítico chévere), que tuvo que repetir porque no tenía otra, pues venía como el actor principal de una teleserie.
Nueva licitación y probablemente nuevo canal organizará y transmitirá el festival 2007. Pero me temo que, salvo superficialidades, no variará mucho lo que se viene haciendo. Tampoco variará el tono de la crítica. Aunque creo que poco importa. A fin de cuentas, es un signo más de que el festival le importa a una gran mayoría. Y las 15 personas que durante los 5 días llenaron la Quinta y los 75 puntos de peak que tuvo Ruperto, es una muestra de ello.

2 comentarios:

mix dijo...

ahaha, era por poner un ejemplo LOCO, al azar!!!!

Anónimo dijo...

mish todo un comentarista..no esperaba menos de ti..y comparto mucho de lo que dices a pesar de que este año no vi el festival, suelo hacerlo, y nunca e compartido la opinion de esos que lo critican todo y creen que todo tiempo pasado fue mejor, y menos aquellos que basan toda su programacion en el trabajo de otro canal, a mi me encanta, y soy cebolla, disfruto de auqllos grupos extraños q estan de moda y de aquellos que hacen conmoverse al mas reacio, son 6 dias, si no te gusta se cambia el canal y punto pa eso existe el control remoto...un beso enorme cristobal, se cuida mucho y espero verlo pronto..
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