Ayer fui a jugar a la pelota. Una buena y otra mala.
La mala primero?
Estaba jugando al arco y por una jugada de fútbol mi pómulo golpeo fuertemente contra la rodilla de un contrario y mi dedo derecho se estrelló en la canilla del mismo oponente.
El resultado es de box: soy la reencarnación de Martín Vargas.
No es todo. Hoy es el matrimonio de mi hermana. Estará contentísima de que se hermano salga en las fotos oficiales como matón de cuarta.
No me creen?

Y la buena? Dirán ustedes.
Bueno, puedo decir con honor y orgullo que jugué fútbol al lado de Caszely. Fui compañero de equipo del IDOLO.
Pocos pueden contar lo mismo.
Con sus 50 y tantos, la sigue rompiendo.
Grande Caszely
1 comentario:
oooo, estoy imporesionada la verdad, pero en fin, lo comido y lo bailado no te lo quita nadie! (ni elpercance en el ojo) y lo jugado (al lado del ídolo) tampoco!
saludos y cuidate.
Peñaloza
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