sábado, julio 15, 2006

Quién no la quisiera

A mi prima. La Lore, loretito. O la chica...
Es una de las personas que más admiro. Su presencia inspira ternura y bondad.
Llena de calor el ambiente y gracias a su risa pegajosa, contagia felicidad a los demás.
Inteligente y perspicaz, pareciera que siempre estuviera un paso adelante de lo que sucede. Es como si lo controlase todo, pero gracias a su ángel lo hiciera con sutileza.
Tiene mi misma edad, aunque es muchísimo más madura. La miro y siento esa mezcla de experiencia y juventud que ella lleva con soltura.
La vida hizo que casi no nos conocíeramos hasta que tuvimos 12 o 13 años. Un viaje a la Villa Edén y una desconocida casa de dos pisos me abrieron la puerta a un tesoro que desde un principio dimensioné su valor.
Éramos chicos pero no tanto. Estábamos en la edad en que se siente pudor frente a quien sea del sexo opuesto. Pero bastaron un par de horas y una once abundante en carcajadas para que la distancia se diluyera y diera paso a la complicidad.
Después vinieron muchos viajes a Talca y con ello las historias.
La salida urgente del colegio para irnos a la playa y jugar taca-taca: el que perdía se tomaba un vaso de pipeño. O la vez que la acompañé a una dinámica en la JUC (jóvenes unidos por el cristianismo, o algo así)... Imagínate, yo participando en la iglesia...
Así los recuerdos suman largas historias. El trabajo en los matrimonios, la presentación de uno de sus pololos en uno de esos eventos, o el lío en que la metí por confundir siempre el sobrenombre del antiguo novio con el del actual. En fin.
Su espectacular belleza es sólo una buena sinopsis: cuando la conoces es muchísimo mejor.
El Toño, su actual pareja, entiende de lo que hablo. Sabe lo afortunado que es, por eso la cuida y todos los días trata de hacerla feliz.
Cuando la miro, me siento orgulloso: "Esa es mi prima" digo, y se me hincha el pecho de la satisfacción.
Es que quien no quisiera tener a la Lore cerca.


Los tiempos y las distancias mermaron la cercanía y complicidad que por un tiempo construimos y logramos mantener. Aunque estamos concluyendo una etapa y soñando la siguiente, que más distancia y menos tiempo nos dejará para volver a sentirnos unidos, el orgullo y admiración siguen intacto. Un gran abrazo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que la persona de quien hablas no se si calza conmigo, ojala, seria maravilloso que el mundo te percibiera de esa manera. Por el momento, no te imaginas cuanto me alegran tus palabras, es un regalo que va directo a mi alma y que permancera ahi toda mi vida.
Ademas, me basta con que tu me veas así, aunque es una imagen que solo logras ver a traves de tu mirada llena de amor.....

Anónimo dijo...

Por mi parte, el orgullo y la admiración que siento por ti, también estan intactos.......
Tu prima que te adora y que te manda mil abrazos. Lore.
PD:El texto me hizo sentir como un personaje de novela, me encanto!!!!!(el colmo de lo egocentrica)