viernes, noviembre 09, 2007

Metro

Creo ser la única persona feliz de haberse quedado encerrado en el metro.
Fue el martes, y en la Estación Santa Lucía ocurrió la maravilla.
El resto, a la imaginación.

1 comentario:

Paula Peña Rozas dijo...

Eso me suena a una de esas cosas que uno siempre quiere que le pasen y nunca le pasan, maravillas no más, no esperaba menos de tu vida culebrosa, Mr!