Hoy caminando por Los Leones me paró una guapísima mujer, vestida con atuendos hindúes y un precioso bindi en su linda frente (más lindo eran sus labios y sus ojos).
Me preguntó qué me gustaba más: comer, dormir o leer....
Yo, tras un momento de extrañeza, le dije que comer.
Ahí me empezó a hablar que podría comer leyendo los libros que me ofrecía, que la vida y la salud mejoraba, la paz interior se encontraba y finalmente uno se sentía más pleno y mejor persona.
Yo seguía mirándola, y sin más razonamiento le di dos lucas.
Ahora tengo dos libros que no creo que leeré, aunque no sé quien hizo mejor negocio...
Ella que me vendió los libros, o yo que gané una sonrisa.
Saludos.
CMS
2 comentarios:
Hola!
Eso si que debes comer con cuidado para no manchar los libros, te recomiendo plastificarlos o termolaminarlos.
Un abrazo, Feliz Año!
Nos Vemos
Pablo
Yo creo que nunca he podido comer leyendo! jajaja
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